De visita al eucaliptal de Chavín

El eucaliptal de Chavín, también llamado Souto de Retorta, es uno de los sitios más bonitos de Galicia. Sus altísimos ejemplares de eucalipto harán que te sientas como en el bosque de un cuento de hadas.

Si estás planeando tu futuro viaje al norte español, no lo dudes: coge papel y bolígrafo, y toma nota. Te enamorarás de esta frondosa región que sorprende con sus vivos colores y sus árboles gigantes.

Historia del eucaliptal de Chavín

El eucalipto es un árbol originario de Australia y Nueva Guinea. La historia señala que estos especímenes llegaron a Europa en el siglo XIX en los bolsillos de un religioso gallego que había trabajado como misionero en tierras australianas, aunque es posible que esta especie llegase antes a este continente.

Los nobles y empresarios de la región se quedaron prendados de las supuestas propiedades del eucalipto tanto para la salud como con respecto al terreno. Se trata de una especie cuyos árboles crecen rápidamente y absorben bastante agua, por lo que se comenzó a plantar en las zonas pantanosas con la esperanza de que «secasen» el terreno.

Con este objetivo fueron plantados los eucaliptos en Chavín, una región cercana al río Landro. Cuando este y sus afluentes bajaban con grandes cantidades de agua desde la Serra do Xistral, la zona se inundaba e impedía el desarrollo de toda actividad industrial.

Tras su sembrado, esta especie se adaptó perfectamente al clima de Galicia y, poco a poco, los ejemplares comenzaron a multiplicarse llegando incluso a constituir bosques, como el Souto da Retorta. Así, el eucalipto se convirtió en un elemento omnipresente del paisaje de la región.

Visita al Eucaliptal de Chavín

Este famoso bosque de eucaliptos se encuentra cerca de Viveiro, una ciudad con más de 900 años de historia y un casco urbano precioso donde destacan la Puerta de Carlos V y la Iglesia de Santa María del Campo, entre otros puntos de interés.

El itinerario

El itinerario tiene apenas 1 kilómetro de extensión, pero es maravilloso. Comienza en Calvoso y te llevará a recorrer el bosque hasta encontrar el árbol más antiguo: el famoso «O Avó» (el abuelo en gallego).

Este inmenso eucalipto mide alrededor de 67 metros de altura y tiene un diámetro de 10,5 metros. ¿Te lo puedes imaginar? Es realmente imponente y bello. Te hará sentir pequeño y asombrado con la inmensidad de la madre naturaleza.

Más allá de este ejemplar en particular, seguramente te quedarás con la boca abierta al contemplar los demás eucaliptos abuelos de la zona que rivalizan entre sí en edad y tamaño. ¡Algunos de ellos miden más de 50 metros de altura!

Su importancia histórica, su magnitud y su belleza le han valido al eucaliptal de Chavín la declaración como Monumento Natural en el año 2000 por parte de la Xunta de Galicia. 

Además de enamorarte de estos árboles majestuosos, podrás ver en vivo y en directo pequeños anfibios, aves y mamíferos autóctonos que viven en la ribera del Landro y sus alrededores.

O Avó, el símbolo del bosque

Quienes han realizado este itinerario de senderismo y han visitado el ya citado O Avó aseguran que según la perspectiva llega a asemejarse al pie de un elefante. Esto es algo que deberás comprobar por ti mismo.

Debido a su altura, las primeras ramas se encuentran a unos 17 metros sobre el nivel de la tierra. Asimismo, O Avó muestra una copa llamativamente poblada y grande por tratarse de un eucalipto: alrededor de 15 metros de perímetro. Sin duda, este árbol abuelo de entre 110 y 140 años es la gran atracción del eucaliptal de Chavín.

Por último, no puedes irte del bosque sin tomarte la fotografía más típica y repetida por los visitantes. Consiste en abrazar un árbol, preferentemente a O Avó. Inténtalo: abre tus brazos lo más que puedas, siente la aspereza de la corteza bajo tus dedos y la pequeñez de nuestra existencia al lado de la larga vida de estos árboles. ¡Te encantará la experiencia… y la foto!

El camino de vuelta se lleva a cabo siguiendo el mismo recorrido que te permite descubrir y conocer este espectacular y fragante bosque. Al tratarse de un camino corto y sencillo, es muy recomendable para senderistas principiantes y para familias con niños.