5 panes gallegos que no puedes dejar de probar
Hay quienes aseguran que el pan gallego es el mejor de España, y los que visitan la Comunidad Autónoma, ya sea para hacer el Camino de Santiago o disfrutar de una escapada de fin de semana, quedan gratamente sorprendidos con su calidad.
¿Y cómo no? Si la receta ha pasado de generación en generación como una valiosa herencia. De hecho, tal es la distinción de los panes tradicionales y artesanales de Galicia que se denominan “pan gallego IGP” (Indicación Geográfica Protegida).
Esto indica que se preparan con un 25 % de harina de trigo auctótona, mezclada con harina de fuerza, de centeno o de maíz, masa madre, levadura y abundante agua. Así mismo, suelen involucrar largos periodos de fermentación y cocción en hornos de piedra y otros materiales. Dicho esto, conozcamos los panes gallegos que tienes que probar sí o sí.
1. Pan de Cea
Oriundo del municipio ourense San Cristóbal de Cea (sí, de allí viene el nombre), ¡la elaboración de este pan data del siglo XIII! Sus ingredientes incluyen harina de trigo, masa madre, sal y agua, y su preparación involucra tanto fermentación como cocción en hornos de leña durante un largo tiempo.
Así mismo, destaca su forma alargada con puntas redondeadas y una “cintura” estrecha en la que se encuentra su única greña (el pliege del pan que se forma por un corte realizado antes de hornear). Tiene un sabor intenso y húmedo, y al ser un pan de flama (aquellos que poseen una mayor proporción de agua), ¡se mantiene por más días!
2. Pan de Neda
Cada año, desde 1989, se celebra la Festa del Pan de Neda en el municipio coruñense del mismo nombre. Pero la historia de este alimento se remonta al siglo XVI, cuando el Rey Felipe II escogió Neda, por las aguas del río Belelle (las mejores del país), para sus “Casa reales”, fábricas de bizcochos que servían para abastecer a la marina.
Allí, se preparaba un pan que podía permanecer comestible durante meses, lo que era perfecto para los viajes a América. El pan de Neda se diferencia del de Cea, por ejemplo, por su forma redondeada de 2 o más kilos, así como por tener un sabor aún más fuerte. Además, ¡se puede conservar por más de dos semanas!
3. Pan de Carral
El pan de Carral es toda una celebridad, ¡incluso hay quienes aseguran que es uno de los más famosos de España! También tiene una fiesta, que se extiende por varios días, en Carral, A Coruña.
Este alimento se prepara con harina, levadura, masa madre, agua y sal y se coce en hornos de piedra con leña. Así mismo, parte de su porpularidad se debe a que tiene un corteza crujiente, un interior esponjoso y un particular sabor a trigo. Claro está que la distribución a través de supermercados en todo el territorio nacional también tiene que ver.
4. Pan de Ousá
Destaca por ser un pan de hogaza; es decir, el tipo más grande que existe. Es fácil de reconocer por su forma redonda y aplastada, que algunos comparan con una torta, sin mencionar la gran miga que lo atraviesa. Esta última resulta un poco similar a la del pan de Cea.
Así mismo, los panaderos que lo han elaborado por generaciones presumen de su capacidad para conservarse hasta 20 días. Como los demás panes de la lista, este también tiene una fiesta, la que comparte con el pan, y se llama Feria del Queso de Friol y pan de Ousá.
5. Pan de maíz
También conocido como pan de broa o pan de millo, data del siglo XVIII y es uno de los más tradicionales y consumidos de Galicia. Este pan, como la mayoría de los ya expuestos, pasa por un proceso largo de fermentación que, junto a la harina de maíz y demás ingredientes, le confieren un sabor, textura y aroma característicos.
El pan de maíz, además, va bien con todo, ya sea leche o vino tinto. ¡Incluso hay quienes lo utilizan para preparar otro orgullo español: las preciadas torrijas!
¡Tu visita no estará completa sin probar un delicoso pan gallego!
Si viajas a Galicia, sí o sí, debes probar el pan. Aunque no podemos asegurar que no encontrarás pan que no sea de tan alta calidad, en esta tierra, más que en cualquier otra de España, es posible encontrar este delicioso alimento tradicional, que se prepara con tanta pasión y esfuerzo.