Un buen conjuro para la queimada
Tomar una queimada es uno de esos rituales mágicos que todavía muchos gallegos mantienen. Un rito que consiste en beberse un buen trago de aguardiente preparado de un modo determinado. Una bebida que, sin duda, templa el cuerpo en las noches más frías. Pero además, templa el alma, ya que si se sigue todo el proceso de elaboración mientras se pronuncia el conjuro tradicional, las personas que lo toman se mantienen protegidas de los malos espíritus.
Orígenes de la queimada
La verdad es que los estudiosos y la cultura popular no se ponen de acuerdo a la hora de hablar de los orígenes de la queimada. Para muchos, este brebaje se remontaría a los tiempos celtas. Sería una manifestación más de los ritos de la cultura castreña y, por supuesto, añadiendo más magia a todo lo que tiene que ver con muchas de las tradiciones gallegas.
Sin embargo, hay estudiosos que piensan que los orígenes tendrían que ser medievales. Tanto por los ingredientes, ya que se usa el azúcar de caña, como por el imprescindible uso del alambique para hacer el aguardiente. Y ambos elementos llegaron aquí gracias a los musulmanes.
Orígenes del conjuro
Como luego veremos, en la última parte de la elaboración de la queimada se pronuncia un conjuro para alejar a las meigas, las alimañas y al mal. Pues bien, ese conjuro, tal y como hoy se pronuncia, no tiene un origen ancestral. Ni mucho menos. Lo escribió en los años 60 del pasado siglo un vigués llamado Mariano Marcos Abalo. Y desde entonces es casi conocido por cualquier gallego.
Receta de la queimada
Pero antes de recitar ese conjuro mágico, hay que elaborar esta curiosa pócima a base de aguardiente, azúcar y ralladura de limón o naranja. Esto es lo esencial, si bien hay quien le añade granos de café o trozos de frutas como la uva o manzana.
El caso es mezclarlo todo en un recipiente tradicional de barro. Ir mezclándolo con un cazo con el que se da vueltas al líquido. Tras mezclar todo bien, se toma un poco en el cazo y se le prende fuego. Eso luego se acerca al resto y toda la pócima arde.
Es entonces cuando hay que recitar en voz alta el conjuro, que más o menos se prolonga mientras perdura la llama, que debe apagarse por sí sola. Tras eso, ya se puede beber con mucho cuidado la queimada, que, por supuesto, quema.
El conjuro
Está claro que esta bebida alcohólica puede ser el remate final ideal para una suculenta comida, de las que tanto disfrutaréis durante vuestras vacaciones en Foz. Es el complemento perfecto para la gastronomía gallega, siendo un licor que ayuda de modo estupendo a la digestión.
No obstante, si quieres aprovechar y librarte de maleficios, también tú puedes recitar el famoso conjuro, que aquí te proporcionamos en español. Si bien la fórmula original de su autor sería en gallego:
Búhos, lechuzas, sapos y brujas;
Demonios, duendes y diablos;
espíritus de las vegas llenas de niebla,
cuervos, salamandras y hechiceras;
rabo erguido de gato negro
y todos los hechizos de las curanderas…
Podridos leños agujereados,
hogar de gusanos y alimañas,
fuego de la Santa Compaña,
mal de ojo, negros maleficios;
hedor de los muertos, truenos y rayos;
hocico de sátiro y pata de conejo;
ladrar de zorro, rabo de marta,
aullido de perro, pregonero de la muerte…
Pecadora lengua de mala mujer
casada con un hombre viejo;
Averno de Satán y Belcebú,
fuego de cadáveres ardientes,
fuegos fatuos de la noche de San Silvestre,
cuerpos mutilados de los indecentes,
y pedos de los infernales culos…
Rugir del mar embravecido,
presagio de naufragios,
vientre estéril de mujer soltera,
maullar de gatos en busca gatas en celo,
melena sucia de cabra mal parida
y cuernos retorcidos de castrón…
Con este cazo
elevaré las llamas de este fuego
similar al del Infierno
y las brujas quedarán purificadas
de todas sus maldades.
Algunas huirán
a caballo de sus escobas
para irse a sumergir
en el mar de Finisterre.
¡Escuchad! ¡Escuchad estos rugidos…!
Son las brujas que se están purificando
en estas llamas espirituales…
Y cuando este delicioso brebaje
baje por nuestras gargantas,
también todos nosotros quedaremos libres
de los males de nuestra alma
y de todo maleficio.
¡Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego!
a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder
que los humanos,
limpiad de maldades nuestra tierra
y haced que aquí y ahora
los espíritus de los amigos ausentes
compartan con nosotros esta queimada.
¿Has tomado buena nota? Ahora que ya conoces cómo elaborar la queimada y también tienes a mano el conjuro, puedes probar cómo te sale. Pero mejor después de una buena comida a base de los deliciosos productos de la tierra.