Monasterios de Lugo que puedes visitar desde Foz
Los monasterios de Lugo pueden ser una excusa perfecta para plantearse hacer una ruta por la provincia lucense, teniendo la localidad de Foz como punto de partida. Todos los amantes del arte, la historia y el turismo cultural pueden plantearse visitar alguno de estos monasterios. Y por supuesto, todos aquellos que combinen la religión con sus vacaciones.
Algunos de los más bellos monasterios de Lugo
Nuestro propósito con esta breve introducción a los monasterios de Lugo no es más que inspiraros alguna que otra excursión para hacer desde vuestro apartamento en Foz, y aprovechar la estancia para conocer algo más de esta provincia. Así que aquí van nuestras propuestas.
Monasterio de Salvador de Lourenzá
De todos los monasterios de Lugo que os proponemos visitar, este de Salvador de Lourenzá es el más cercano a Foz. Un corto paseo hacia el interior os llevará hasta él. Allí os espera un cenobio originado en el siglo X y donde convivieron religiosos de ambos sexos.
La leyenda cuenta que el monasterio de Salvador de Lourenzá fue fundado por un conde de la zona, el conde Osorio Gutierres. Para muchos un auténtico santo, ya que dedicó su riqueza a esta construcción, donde llegó a vivir y donde permanece enterrado. Está claro que hoy en día Salvador de Lourenzá está muy diferente a lo que él conoció, pero mantiene un aura de leyenda indudable.
El Monasterio de Samos
Quizás de todos los monasterios de Lugo, el de Samos sea el más famoso de todos. Un monasterio cuyos orígenes se remontan al siglo V. Para visitarlo tendréis que adentraros desde Foz en el corazón de la provincia lucense y acercaros a los límites con las tierras de León.
Un desplazamiento largo pero que compensa. Llegaremos a un monasterio con dos claustros, el grande y el pequeño, o el del Padre Feijoo y el de las Nereidas, como también se les conoce. El grande, el mayor de España, es más moderno, del siglo XVII y recuerda a El Escorial. Mientras que el pequeño es anterior, en un estilo gótico de gran encanto.
Pero además de los claustros, en Samos también hay que adentrarse en su iglesia barroca. Un templo de gran porte y presencia, que hace que esta sea una de las visitas más destacadas de cualquier ruta por los monasterios de Lugo.
Monasterio de Santa María de la Magdalena de Sarriá
Del más famoso, vamos al que seguramente sea el más visitado de todos los monasterios de Lugo. Y es que el de Santa María de la Magdalena se encuentra en el mismo Camino de Santiago que entra en Galicia por Cebreiro. De hecho, el propio monasterio hoy en día actúa como albergue para los miles y miles de peregrinos a lo largo del año.
Se trata de una construcción originalmente románica. Se dice que fueron dos peregrinos italianos quienes lo fundaron como hospital para otros compañeros del Camino. Si bien por su desarrollo a lo largo de los siglos también posee elementos del arte gótico, y hasta una fachada renacentista de estilo plateresco.
Monasterio de San Salvador de Donas
También este de San Salvador de Vilar de Donas es otro de los monasterios de Lugo que está en el Camino de Santiago a su paso por la provincia. No obstante, hoy en día poco queda de él. Solo se mantiene visitable su iglesia. Eso sí, merece la pena conocer este templo, el cual se encuentra en el municipio de Palas de Rei.
Y merece la pena no solo por su arquitectura medieval, las pinturas del interior del templo o los viejos herrajes de su carpintería histórica. También es deslumbrante su entorno natural, por el que aunque no se sea un peregrino, hay que darse un tranquilo paseo senderista.
Monasterio de Santa María de Meira
Para culminar estas invitaciones a conocer los monasterios de Lugo, os vamos a nombrar uno que se encuentra en el interior de la capital de provincia. Es el monasterio de Santa María de Meira. Un cenobio, que aunque fuera anterior, tiene una historia que realmente comienza en el siglo XII con varias donaciones reales.
Desde entonces es uno de los conventos más importantes de la ciudad, aunque hay otros que ya que visitamos Lugo podemos aprovechar para conocer. Uno es el de San Francisco que supuestamente fundaría el propio santo. Y otro es del Santo Domingo, que se originó en el siglo XIII.
En definitiva, que estos monasterios de Lugo son la máxima expresión de la espiritualidad que siempre ha envuelto estas tierras, y cuyo conocimiento es imprescindible para disfrutar de unas vacaciones en Galicia.