Una visita a la bella catedral de Lugo
Lugo es una ciudad muy interesante para conocer, dada su influencia romana, que dejó una profunda huella en sus calles, sus rincones y sus monumentos más característicos. Sin embargo, hoy queremos hablarte de una construcción posterior. Vamos a visitar la hermosa y singular catedral de Lugo, una obra arquitectónica de gran envergadura que merece nuestra atención.
Origen de la catedral de Lugo
Se cree que la primitiva catedral se comenzó a construir en el siglo I, aunque no hay constancia esclarecedora sobre este asunto. Más tarde, sobre el siglo VIII, el edificio sufrió una importante remodelación ordenada por el obispo Odoario, quien se ganó por ello el aprecio del pueblo.
Ya en el siglo XII, dadas las batallas, las inclemencias del tiempo y otras adversidades sufridas por la construcción, el estado de esta era tal que hubo que reconstruir casi por completo su estructura, cambiando su estilo por el que imperaba en el momento: el románico.
Aunque a día de hoy hay detalles se su primer estilo, el predominante es el segundo. Su remodelación se concluyó más de un siglo después, y fue la última, marcando el modelo y la forma que hoy podemos visitar.
Cómo es la catedral de Lugo
Como muchas otras, esta catedral también tiene una planta de cruz latina con tres naves, crucero y cinco capillas con ábsides. En el lado izquierdo de la entrada se encuentra la Torre Vieja, de estilo gótico y que fue añadida más tarde por el arquitecto Gaspar de Arce, aproximadamente en el año 1580. Esto hizo que la catedral de Lugo cuente con varios estilos arquitectónicos importantes, lo que la hacen cuanto poco interesante.
La fachada, por otro lado, deja ver un estilo neoclasicista de finales del XVIII, obra que también tomó un siglo concluirla. En su puerta norte se puede ver su punto románico más álgido con un pórtico cubierto por bóveda estrellada. Sobre la puerta cuelga un pinjante con un Pantocrátor y colgando de esta otro capitel menor en el que se representa la última cena.
El interior de la catedral
Dentro del templo se pueden observar varios espacios interesantes. Por un lado, destaca el Tesoro, una pequeña parte de lo que fue, después del saqueo llevado a cabo por las tropas francesas en el año 1809. En él destacan varios cálices que datan de los siglos XV al XIX así como la corona de la Virgen de los Ojos Grandes, a la cual está dedicada el templo, y el relicario de San Froilán.
También merece la pena fijarse en el coro, construido por Francisco de More. Data del siglo XVII y cuenta con sillería de 27 puestos en nivel bajo y 37 en nivel alto.
Sin duda, una de las joyas del interior de la catedral de Lugo es la capilla de la Virgen de los Ojos Grandes. Se trata de una impresionante obra del Barroco cuidada hasta el mínimo detalle con talla en piedra policromada. El autor es aún desconocido y muchos especulan que fuera realizada entre los siglos XII y XV.
Y, finalmente, hay que mencionar la capilla de San Froilán. Como dijimos antes, el relicario de San Froilán es una de las joyas del Tesoro. Es de estilo renacentista y hay que resaltar la imagen tallada del santo, patrón de Lugo, en madera. Dice la leyenda que este santo comió brasas ardientes con el fin de aceptar el juicio divino y seguir con su labor de predicador.
Lugares cercanos a la catedral de Lugo
Una vez admirada como se merece la catedral de Lugo, hay que saber que hay lugares más que interesantes de la ciudad que no hay que perderse:
- Museo Provincial de Lugo: en él podrás admirar diversas obras de arte, así como elementos de la huella que dejaron los romanos en la ciudad.
- Muralla romana de Lugo. Dada la importancia que cobró la ciudad cuando era dominada por los romanos, hubo que protegerla con una muralla de los asedios de otras civilizaciones. Ha llegado a nuestros días en un increíble estado de conservación.
- Termas romanas de Lugo. Las termas, ubicadas en el balneario de Lugo, datan del siglo I a.C y están declaradas Monumento Histórico-Artístico.
- Convento de San Francisco de Lugo.