Consejos para recorrer el Camino de Santiago
A muchos de vosotros, al nombrar Galicia, inmediatamente os viene a la cabeza la Ruta Jacobea. Este recorrido, sin duda, es uno de nuestros emblemas. Son muchas las personas de cualquier origen que dicen que recorrer el Camino de Santiago, o al menos su última parte, es algo que hay que hacer una vez en la vida.
Es siempre una experiencia de lo más enriquecedora más allá de las creencias de cada cual. Por ello, te animamos a recorrer el Camino de Santiago, en cualquiera de sus trazados por el territorio gallego. Eso sí, sigue estos consejos para disfrutar, más que sufrir, de la experiencia.
Prepárate físicamente
Es obvio. Vas a recorrer el Camino de Santiago caminando, en bici e incluso a caballo, y eso requiere un fondo físico importante. Así que, antes de comenzar con las etapas del peregrino, entrena en tu ciudad o pueblo. Gana músculo para superar lo más fácilmente posible estas etapas.
De hecho, por ejemplo, si comienzas por la zona de O Cebreiro, es un terreno de lo más abrupto, con un sube y baja constante. Unos paisajes hermosos, pero que si no se tiene buena forma física se convertirán en un auténtico suplicio.
Lo más importante de todo el equipo
La imagen del peregrino con un calzado precario y una capa queda para la historia. Os recomendamos ir bien equipados en dos sentidos. Primero respecto al calzado, es decir, llevar buenas botas y buenos calcetines para evitar el mayor problema de los caminantes: las ampollas.
Y también hay que ir bien equipado respecto a la ropa de abrigo. Aunque se haga el Camino de Santiago en verano hay que llevar ropa de abrigo y un buen chubasquero que nos cubra lo máximo posible. Estamos hablando de Galicia y aquí un chaparrón puede caer en cualquier momento. Pero no es lo malo que llueva, sino que nos resfriemos y eso nos impida acabar la ruta.
El resto de la mochila
Una vez claro el tema del calzado y el abrigo, el resto de cosas que hemos de cargar han de ser las mínimas posibles. No abuses de llevar mucha ropa, siempre puedes lavarla por la noche al llegar al albergue. Tampoco lleves demasiada tecnología, la imprescindible, que hoy en día básicamente es un móvil. Olvídate de tablet y portátiles.
Aparte de eso, lleva lo imprescindible para tu higiene, un pequeño botiquín, crema solar y poco más. Toda mochila que supere los 10 kilos de peso empieza a ser una tortura. Y la sufrirán tus hombros, costillas, cuello, piernas… todo tu cuerpo.
La mochila
En realidad, la mochila de por sí ya merece nuestra atención, y es muy importante llevar una apropiada para todos los días que dure tu Camino de Santiago. Así como es clave regularla lo mejor posible una vez cargada.
Por otra parte, su interior debe estar organizado con lo más pesado en la zona inferior y más próxima a la espalda. Mientras, lo ligero y lo que antes vayas a sacar debe estar en la parte superior. A ser posible, todo organizado con bolsas de plástico para no desarmarla cada vez que sacas algo.
¿Una guía?
El Camino de Santiago más utilizado, o sea, el Francés, está perfectamente señalizado. Además, nunca faltan compañeros de viaje, por ello se hace innecesario llevar una guía.
Sin embargo, en el resto de rutas nunca está de más llevarla. Lo más románticos preferirán el papel y un mapa, algo que tiene la ventaja de que puedes ir haciendo tus apuntes. Pero también puedes llevarla en formato digital en el propio móvil.
Consejo básico para recorrer el Camino de Santiago
Los consejos dichos hasta ahora son de índole material. Pero queremos acabar con uno más espiritual, algo que cobra especial sentido a la hora de emprender una ruta como el Camino de Santiago. Este consejo consiste en que os lancéis a la aventura con la mente abierta.
Disfrutad de lo que veis, de quién conocéis y no tengáis prisa. Haced un plan de etapas, pero disponed de juego para cambiarlas. Gozad del Camino. Y, si se acaban las vacaciones y no habéis llegado a Santiago de Compostela, al año que viene la Ruta Jacobea seguirá estando ahí para vosotros.