Descubrimos el castro de Viladonga

24 agosto, 2018

Los atractivos que hay por descubrir en Galicia parecen innumerables. Esta comunidad autónoma no deja de sorprendernos, y lo mejor es que si te hospedas en Foz puedes acceder de manera sencilla a muchos de ellos. Hoy vamos a viajar hasta el castro de Viladonga, un lugar cargado de historia.

Qué es el castro de Viladonga

Este es un conjunto arqueológico con un yacimiento de la época tardorromana que data de entre los siglos II y IV d.C. Está a unos 550 metros de altitud, sobre la cima de un monte cerca de la sierra de Meira y de Castro de Rei. Las primeras excavaciones comenzaron en 1971, aunque persisten de manera esporádica hasta el día de hoy.

Castro de Viladonga
Jim Anzalone / Flickr.com

Tiene dos terrazas naturales o antecastros y una acrópolis protegida por murallas y fosos. En el castro principal se hallan ruinas de las viviendas y locales que existieron en aquellos siglos, las cuales dejan ver de manera perceptible el orden en el que estaban colocados. Esto es una muestra de que no era un simple lugar de paso, sino que era una ciudad que estaba habitada de manera permanente.

Por otra parte, en las excavaciones realizadas se encontraron utensilios de cocina, armas, joyas y objetos varios que usaban los romanos de la época. También se ha hallado piezas de cerámica, oficio por el que destacaban muchos de ellos destacaban.

El museo del castro de Viladonga

Tanta belleza arqueológica no podía perderse y nada mejor para guardarla y exhibirla que un museo. A los pies del principal castro se encuentra el museo, donde podrás ver de cerca los objetos encontrados por los arqueólogos, así como una guía escrita que describe cada uno de ellos y para qué se usaban.

Sin duda, estas explicaciones nos ayudan a entender mejor la forma de vida que se llevaba en aquel tiempo y se convierte en una experiencia no solo visual, sino también cultural.

Además, en el museo también hay muchas opciones didácticas que si bien se hicieron pensando en las excursiones escolares, pueden ser usadas por todos aquellos que lo deseen. Otro atractivo que nos ayuda aún más a entender la vida y el trabajo de los romanos y demás civilizaciones de aquel tiempo son las maquetas del poblado que habitó el castro de Viladonda.

Hoy este espacio merece una visita, gracias en parte, al gran trabajo que realizó Felipe Arias Vilas en 1983, el cual consistió en limpiar las murallas de los restos inservibles de las excavaciones que se habían llevado a cabo. ¿Lo mejor de todo? Que la visita es gratuita, tanto al castro como al museo. Además, tiene acceso para minusválidos, por lo que es apta para todo el mundo.

Los paisajes que lo rodean tampoco tienen desperdicio. Sin duda, es un lugar increíble que no te puedes perder. Recuerda que si por algo se caracterizaban los romanos era por saber elegir las mejores tierras en las que situar sus asentamientos.

Castro de Viladonga
Álvaro Pérez Vilariño / Flickr.com

Qué ver cerca del castro de Viladonga

Castro de Viladonga se encuentra a menos de una hora de Foz, así que ya que vas hasta allí, ¿qué mejor que pasar el día y disfrutar de otros rincones cercanos al castro? Estos son los que no te puedes perder:

  • Lagoa de Cospeito. Si lo tuyo es la naturaleza y te encantan esos lugares en los que conectar con ella de manera magistral, no dejes de pasar la oportunidad de pasear por la ribera de una magnifica laguna. Podrás disfrutar de ver aves y animales diversos y también podrás hacer un recorrido en una pequeña barca por la laguna.
  • Molino de Isabel. Si te gustan las cosas tradicionales, las elaboraciones de antaño, no dejes de visitar este molino, que tiene más de un siglo de antigüedad y que a día de hoy sigue en funcionamiento a la manera tradicional. Si lo deseas, podrás comprar harina de trigo.

¿Te anotas el castro de Viladonga como un imprescindible que ver y visitar en tu viaje a Galicia? Otro atractivo más y otro motivo más por el que pasar unas vacaciones en Foz.

Fotografía principal: Ángel M. Felicísimo / Flickr.com