La tradición ballenera en Lugo y sus puertos destacados

11 diciembre, 2019
Durante siglos, desde los puertos gallegos salieron buques balleneros. Algunos de los más destacados estaban, precisamente, en la costa de Lugo.

Hoy, la costa de Lugo tiene una de sus grandes fuentes de recursos en acoger a turistas deseosos de disfrutar de lugares donde la naturaleza, la historia y la gastronomía invitan a disfrutar de unas vacaciones muy especiales. Sin embargo, antaño este mismo litoral fue, sobre todo, un lugar de trabajo, especialmente para la pesca. Lo sigue siendo, pero lo que ya no se pescan son ballenas, y eso que en Lugo hubo una larguísima tradición ballenera desde la Edad Media.

Tradición ballenera: una actividad de riesgo

Hasta la invención, bien entrado el siglo XIX, por parte de los buques de Noruega de un cañón arponeador, las ballenas se pescaban con arpones de mano. Desde que los marinos vascos introdujeran esta técnica en tierras gallegas en el Medievo, siempre se pescaron así.

Evolucionaron los barcos, pero la técnica del arpón se mantuvo. Y por eso, los pescadores de Lugo que se dedicaban a la captura de los grandes cetáceos eran gentes muy atrevidas y, desde luego, con buena puntería.

Puertos balleneros en la Mariña Lucense

Puerto de Burela
Puerto de Burela – O roxo / Flickr.com

Cada uno de los puertos de Lugo tiene su encanto. Por ejemplo, el de Ribadeo es interesante por recordar cómo se transportaban hasta los barcos los minerales que se extraían en el interior de la provincia.

El puerto de Burela siempre fue un importantísimo enclave pesquero y sigue siendo uno de los más destacados de todo el mar Cantábrico. Y el puerto de San Ciprián era muy conocido por la fabricación de carabelas y sus salazones.

Sin embargo, hay otros puertos que se especializaron en un tipo de pesca concreta: la captura de ballenas. ¿Cuáles? El de Rinlo, fue uno de los más destacados. Pero en tierras de Foz, también los balleneros zarpaban desde los puertos de Nois, Cangas y el propio Foz.

E igualmente, hacia el extremo occidental de la Mariña Lucense había otros puertos balleneros. No hay que olvidar que la vecina Estaca de Bares marca no solo el punto más septentrional de de España, también el lugar donde se unen las aguas del Cantábrico y del Atlántico. Por tanto, es un paso destacado en las rutas migratorias de los gigantescos mamíferos del mar.

De esta manera, salían barcos balleneros desde el puerto de Morás en el municipio de Xove. Y está claro que también faenaban los balleneros desde los puertos de Burela y el de San Ciprián. De hecho, en estas dos localidades, hay dos museos de visita obligada para saber algo más de este oficio.

Los museos marinos de la Mariña

Barco en Burela
Barco-museo Reina del Carmen

En Burela, atracado en su puerto, está el Barco-Museo Boniterio Reina del Carmen. Es cierto que este buque se especializó en la captura de bonitos. Pero una parte de su exposición se dedica a los tipos de pesca tradicional en la zona, y, por supuesto, ahí aparecen los balleneros.

Mientras, en la villa de San Ciprián está el Museo del Mar. Un lugar ideal para conocer de manera muy entretenida todos los vínculos que hay entre los habitantes de la costa de Lugo y el mar. Es una larguísima relación que ha marcado la vida de estas gentes durante siglos y en la que siempre ha cobrado un papel destacado la pesca.

Para qué se pescaban las ballenas

Tal vez os preguntéis el porqué de esta tradición ballenera. Pues bien, en origen se pescaban ballenas sobre todo por su grasa, que dio el combustible perfecto para los candiles. Sin embargo, cuando se expandió la luz eléctrica aquello ya no tenía sentido. Entonces se comenzó a usar para hacer jabones, lubricantes o para la industria alimentaria.

Por otro lado, hasta que apareció el plástico, las barbas de ballena eran el material más flexible que se conocía. Con ellas, por ejemplo, se hacían fustas, corsés o amortiguadores para carros.

Además, el mal llamado esperma de ballena es perfecto para las velas y ciertas pomadas. Y la sustancia de los intestinos de cachalote conocida como ámbar gris es de lo más cotizado en la industria de la perfumería.

¿Se comían las ballenas?

Una ballena da toneladas y toneladas de carne. Así que en la Mariña Lucense también se pescaban por su carne, sobre todo en los últimos años, cuando casi toda esa carne se exportaba a Japón. Sin embargo, esa práctica se prohibió en los años 80 del pasado siglo XX. Eso supuso el fin de la tradición ballenera en Lugo.