Disfruta del Camino de Santiago en invierno
En invierno son pocos los que se aventuran y dejan atrás el calor de sus hogares. Sin embargo, viajar durante esta estación puede brindarte muchas sorpresas y ventajas.
Por ejemplo, el Camino de Santiago suele ser menos concurrido en esta época del año, lo que es perfecto para quienes buscan hacer este recorrido con la intención de conectar con su lado espiritual, reflexionar y sanar.
En esta oportunidad, te revelamos las ventajas de hacer el Camino de Santiago en invierno. Además, de algunos consejos y consideraciones que debes tener en cuenta durante la peregrinación.
¿Se puede hacer el Camino de Santiago en invierno?
Antes que nada, vamos a responder la pregunta del millón: ¿Se puede recorrer el camino de Santiago en invierno?
Hasta ahora, ya te hemos dado varias pistas, por lo que debes intuir que la respuesta es afirmativa. Y es que la ruta más vieja y concurrida de Europa no pierde su encanto en la temporada invernal. Por el contrario, tendrás más oportunidades de apreciar su belleza y misticismo.
¿Por qué hacer el Camino de Santiago en invierno?
Un vez aclarado uno de los puntos más importantes, conviene hablar de las ventajas que tiene hacer este peregrinaje en la época invernal. Te lo advertimos: ¡usaremos todo nuestro poder de convencimiento!
1. Menos personas hacen el recorrido
La temporada alta del Camino de Santiago inicia en mayo y culmina en octubre. Así las cosas, los meses invernales (diciembre, enero y febrero) se caracterizan por ser los menos concurridos.
¿Pero qué quiere decir esto? Para empezar, el ambiente de los senderos será más tranquilo, lo que hace que se respire paz. Esto, es de suma importancia, ya que te acerca a la experiencia de peregrinación original.
Así mismo, tendrás más tiempo para conectar con la espiritualidad, reflexionar sobre la vida y sanar las heridas que lastiman el alma.
2. Los tiempos de espera disminuyen
Menos personas significa que la espera disminuye en servicios de hostelería, restauración, entre otros. Un ejemplo de ello es que cuando terminas el Camino de Santiago, sueles recibir un sello en tu pasaporte de peregrino.
En temporada alta, obtener el sello puede tomar una hora debido a las largas colas. Sin embargo, este tiempo se reduce de manera considerable en los meses menos concurridos.
3. No tienes que lidiar con el calor
No todos manejan el calor de la misma forma, y en verano el aumento de las temperaturas podría ser insoportable. Por ello, si te sientes más cómodo en temperaturas bajas y no te incomoda usar varias capas de ropa, el invierno es la mejor época para tu peregrinaje.
¿Cómo es el clima en el Camino de Santiago en invierno?
Es un hecho que no tendrás que lidiar con el calor si decides hacer el recorrido en invierno, ¿pero cómo es el clima en los senderos? En general, este depende de la ruta y el mes.
Así las cosas, considera que mientras más al norte esté, más frío será. Además, en noviembre comienzan las lluvias, que se extienden hasta febrero. Sin embargo, como te comentamos, todo depende del camino que decidas tomar.
Por ejemplo, en el Camino Portugués las temperaturas descienden a 14 grados centígrados, lo que se considera aceptable para realizar el viaje. Eso sí, ¡prepárate con algo de ropa de lluvia!
Por su parte, en el Camino Francés las temperaturas descienden a 13 grados centígrados en noviembre y durante los meses invernales no es de extrañar que bajen hasta los 9 grados centígrados. Además que es común que debas acostumbrarte a más días de lluvia, que de sol.
Para finalizar, Vía de la Plata, más hacia el sur, permite disfrutar más del sol que de la lluvia, y durante el invierno, las temperaturas oscilan entre los 10 y 11 grados centígrados.
¿Qué ropa llevar durante el peregrinaje?
Más que capas y capas de ropa, asegúrate de que esta sea de calidad. Así las cosas, estas son las prendas que necesitarás para hacer el Camino de Santiago en invierno.
- Capas base. Considera usar prendas de lana sintética o merino, ya que además de ser suave y ligera, también resulta antibacteriana y mantiene la humedad al margen.
- Camiseta. De preferencia sintética.
- Forro polar. En este caso, opta por un vellón sintético, dado que el algodón y la lana se humedecen con rapidez, pero tardan en secarse.
- Chaqueta. Intenta que cumpla dos requisitos: sintética y abrigada. Ten en cuenta que, aunque resultan costosas, son esenciales para tu viaje.
- Poncho para lluvia. Opta por una opción especializada, los modelos Gore-Tex se encuentran entre los más usados en los senderos de Santiago.
- Pantalón. Considera unos convertibles o soft shell.
- Pantalones impermeables. Dado que se espera lluvia, estos pantalones también son un must have.
- Gorro. Dado que esta es una de las zonas del cuerpo que pierde más calor, necesitarás una prenda que te ayude a mantenerlo.
- Guantes. Lo mismo aplica en tus manos que suelen enfriarse de forma rápida. Además, considera que sean impermeables.
- Gafas. El sol y la nieve pueden deslumbrarte, por lo que necesitarás este accesorio.
- Calcetines. Como se sugiere con las capas base, elige calcetines de lana sintética o merino. ¡Nada de algodón!
- Zapatos. De preferencia impermeables y con suelas antiadherentes.
Otros consejos para disfrutar del Camino de Santiago en invierno
Para sacar lo mejor de esta experiencia, también te recomendamos lo siguiente:
- Utiliza protector solar.
- Comienza la caminata apenas salga el sol. Recuerda que en invierno, los días acostumbran a ser más cortos que durante otros meses.
- Siempre consulta el pronóstico del tiempo. En caso de hielo, es imperante usar más capas de ropa e incluso una máscara.
- Camina con las manos fuera de los bolsillos. En caso de caídas, estas pueden servir de protección.
- Si vas a hacer reservaciones, hazlas con la mayor anticipación posible. Después de todo, en Navidad y Año Nuevo hay alojamientos y restaurantes que cierran desde el 24 de diciembre hasta el 7 de enero. Considera que es el Camino Francés, el más popular, donde suelen estar disponibles más opciones abiertas.
¡No olvides disfrutar de tu viaje!
Tantas preparaciones podrían resultar en tensiones y estrés. Sin embargo, ¡no olvides disfrutar de la peregrinación! Tómate el tiempo que necesites para realizar este viaje, conecta con tu lado espiritual y aprovecha para contemplar la vida desde otra perspectiva. De seguro, te sentirás renovado.