Hacemos un recorrido por la larga historia de Foz

3 mayo, 2018

La historia de Foz es larga, y su presente de lo más esplendoroso, algo que se debe especialmente a su desarrollo turístico. Lógico, teniendo en cuenta los muchos atractivos del municipio y que lo convierten en destino ideal para unas vacaciones, ya que lo tiene todo: buenas playas para descansar y disfrutar del Cantábrico, un rico patrimonio histórico, espacios naturales de gran valía y una gastronomía capaz de satisfacer a los paladares más exquisitos.

Ese es su presente, pero para comprenderlo mejor es recomendable conocer algo de su pasado. Por eso, a continuación os contamos a grandes rasgos la historia de Foz.

La historia de Foz: los orígenes

Castro de Fazouro, lugar en la historia de Foz
Castro de Fazouro – Certo Xornal / Flickr.com

Este territorio de la Mariña Lucense fue ocupado por el hombre hace muchos siglos. De hecho, se supone que la fundación de Foz es incluso anterior a la presencia de los romanos en este territorio del litoral cantábrico.

Y buena muestra de semejante antigüedad es el castro de Fozouro, uno de los conjuntos arqueológicos más espectaculares de esta provincia gallega. Un lugar asentado sobre un promontorio que dispone de vistas increíbles sobre el mar.

Un emplazamiento cuyos orígenes se remontan a los comienzos de nuestra Era, si bien hay historiadores que piensan que puede ser de incluso el siglo II antes de Cristo. Sea de una época o de otra, lo cierto es que es un joya histórica de Galicia y no os la podéis perder durante vuestras vacaciones en Foz.

Foz y el Cantábrico

Desde ese primer asentamiento prerromano hasta la actualidad, la historia de Foz está estrechamente ligada a su vecindad con el mar. Por el Cantábrico llegaron los fenicios, e incluso se dice que también navegantes llegados desde Tartessos, al sur de la península.

Y por supuesto, más tarde vinieron los romanos. Todos ellos quedaron atrapados por el embrujo de Foz y sobre todo porque en unos de sus ríos había oro, de ahí que se llame río Ouro. Es decir, aquí se pudieron ver escenas de buscadores cribando las aguas para hallar el dorado metal, escenas muy similares a las que hemos visto muchas veces en el cine.

La primera catedral en Foz

San Martín de Mondoñedo en Foz
San Martín de Mondoñedo – Jose Luis Cernadas Iglesias/ Flickr.com

También por el mar llegarían allá por el siglo V gentes cristianas huidas desde las islas británicas. Ellos fundarían aquí una colonia llamada Bretoña y también levantarían un templo que posteriormente sería reformado y que actualmente está considerado la primera catedral que se construyó en toda España.

Hablamos de la basílica de San Martín de Mondoñedo o, más sencillamente, San Martiño. Es un templo ubicado en el interior del municipio, en concreto en la parroquia de Mondoñedo. Un lugar al que os recomendamos encarecidamente ir durante vuestra estancia en Foz, ya que se trata de un magnífico ejemplo de arquitectura medieval.

La pesca en Foz

Barco en Foz
Certo Xornal / Flickr.com

Como ya hemos dicho, la historia de Foz es incomprensible sin la presencia del mar. Esta población siempre fue un pueblo pesquero, y de ahí salía su principal riqueza. Más aún cuando se convirtió en un importante puerto ballenero. Tanto es así que a finales de la Edad Media aquí estaba uno de los astilleros más importantes de la costa gallega.

El puerto se aprovechaba de la presencia del río Masma. Esas condiciones creaban un refugio perfecto para las embarcaciones. Y no solo para las naves de los marineros locales, también aquí atracaban embarcaciones que realizaban rutas más lejanas. Por eso, en la Edad Media no era raro que aquí se oyeran la lengua de marinos portugueses, ingleses o flamencos.

El esplendor y caída del puerto de Foz

Esas condiciones del puerto de Foz, el privilegio de poder pescar ballenas y el tráfico internacional hizo que Foz viviera en los siglo XVI y XVII su época de mayor esplendor económico. Sin embargo, a comienzos de la siguiente centuria España perdió sus derechos en la caza de ballenas, y eso supuso un importante varapalo para el puerto de Foz. La consecuencia fue que de manera paulatina perdió importancia.

Hoy en día ya no es el puerto que fue, pero desde aquí siguen zarpando los marineros de Foz para hacer sus capturas. Unos peces y mariscos que luego te podrás encontrar en el mercado o en los restaurantes de la población.

Y esta es la metáfora que puede resumir el presente de Foz. Una ciudad con una larga historia ligada al mar, que en la actualidad sigue viviendo de lo que le ofrece el Cantábrico, pero sobre todo de los visitantes que llegan hasta aquí para conocer su gastronomía y estos bellos paisajes marineros.

Imagen principal: Certo Xornal /Flickr.com