Recorre el Camino de Santiago en primavera
Imagina recorrer el Camino de Santiago mientras te deleitas con el aroma de las flores frescas y el canto de los pájaros. Ideal, ¿no es así? Resulta que hacer el Camino de Santiago en primavera también ofrece otras ventajas y, por supuesto, experiencias.
Disfruta del buen clima, los paisajes e incluso las fiestas que se celebran durante esta época del año. Además de darte algunas razones para visitar el Camino de Santiago en primavera, y las mejores rutas para hacerlo, también te revelaremos algunos consejos adicionales que es un hecho que nos agradecerás. ¡Vamos allá!
6 razones para hacer el Camino de Santiago en primavera
Comencemos por lo más importante: ¿por qué hacer el Camino de Santiago en primavera? Aquí te revelamos las razones que te harán preferir esta época y no otra.
1. Buen clima
En primavera no tendrás que lidiar con las temperaturas extremas que caracterizan el invierno o el verano. Por ejemplo, en la temporada estival es imposible continuar cuando llega el mediodía, pero en primavera esto es posible sin terminar con una insolación o algo peor.
En invierno también debes salir a caminar más temprano, ya que oscurece antes. Algo de lo que no tienes que preocuparte en esta estación; comenzar a las 8 de la mañana está mejor que bien. Se podría decir que invierno y verano son épocas de prisas en el Camino de Santiago, pero primavera no lo es.
Eso sí, asegúrate de que tu peregrinación sea a mediados de abril, dado que en los primeros días de la primavera puedes encontrarte con vestigios de la temporada anterior.
Por otro lado, ten cuidado con las lluvias, puesto que son frecuentes en esta época del año. Espera, ¡no te desanimes! Si te preparas, es un hecho que disfrutarás cada tramo.
2. Menos peregrinos
Primavera es la estación en la que el Camino de Santiago recupera su actividad, por lo que no encontrarás tantos peregrinos como en julio y agosto: los meses más concurridos.
Ahora bien, Semana Santa es una excepción, y todos sabemos el porqué. Así que si disfrutas de la temporada baja, la primavera está muy bien a excepción de los días que corresponden a esta importante celebración.
3. Servicios disponibles
En invierno algunos albergues, hoteles y restaurantes están cerrados durante Navidad y Año Nuevo. Y en verano puede ser difícil encontrar dónde pasar la noche o comer, dada la gran afluencia de personas.
Así las cosas, la primavera es ideal puesto que los servicios de hospedaje están funcionando con normalidad, y no tendrás que lidiar con no encontrar alojamiento o tener que esperar demasiado para que te atiendan en un restaurante u otro servicio.
4. Chapuzones cada dos por tres
Si escoges una ruta costera, podrás darte un baño en las playas. Y si eliges una interior, no faltarán los ríos y las piscinas naturales en los que darte un chapuzón.
Además, aunque el agua puede no estar del todo caliente, es un hecho que apreciarás refrescarte luego de la caminata.
5. Menos carga en la mochila
Invierno también es una buen época para hacer el Camino de Santiago, de eso no hay duda. Sin embargo, se hace necesario empacar mucha ropa de abrigo, lo que se traduce en una mochila pesada. Por fortuna, en primavera no tienes que lidiar con esto, así que tu equipaje es más ligero.
6. Fiestas, fiestas y más fiestas
Además de Semana Santa, esta estación está llena de otras festividades. Podrás disfrutar de las fiestas de cada localidad por la que tengas el gusto de pasar. La Festa dos Maios, el Arde Lucus y el Corpus Christi son solo algunas de las que te maravillarán.
Las mejores rutas para recorrer el Camino de Santiago en Primavera
Muchas son las rutas que te llevan al kilometro 0. Veamos en detalle cada una, de modo que puedas elegir cuál tomar.
- Camino Francés. Es el más concurrido y, por ende, en el que encontrarás más servicios disponibles. Al inicio de la primavera podrás disfrutar de las viñas en pleno proceso de brote.
- Camino Portugués. Ya que cuenta con dos rutas, dependiendo de la que escojas podrás disfrutar de distintos paisajes y experiencias.
- Camino del Norte. Por el lado bueno, playas de arena blanca y paisajes primaverales. Por el no tan bueno, constantes lluvias.
- Camino Inglés. Poco concurrido, corto y lleno de laderas verdes y flores de colores. Eso sí, cuídate de las lluvias.
- Vía de la Plata. Campos llenos de vida, alojamientos y, sobre todo, menos lluvias que en los anteriores.
¿Qué llevar durante el peregrinaje primaveral?
Cuida lo que guardas en tu mochila, de este modo no cargarás nada que no necesites durante esta estación.
- Ropa. Un chubasquero y una prenda que te proteja del frío matutino no deben faltar. De resto, escoge prendas ligeras y transpirables.
- Calzado. Las botas o zapatillas de trekking se convertirán en tus mejores amigas. También puedes incluir unas sandalias para darle descanso a tus pies luego de un día de caminata.
- Mochila. De preferencia anatómica, las de 45 litros se recomiendan para primavera y otoño.
- Botiquín y documentación.
Además de lo anterior, recuerda que la preparación física es muy importante. Las rutas cortas, como el Camino Inglés por ejemplo, requieren al menos 5 días, por lo que meses antes debes acondicionar cuerpo y mente para este viaje.
Por fortuna, la primavera es una época más amigable en cuanto clima se trata. Además, que el paisaje te quitará el aliento y hará de cada paso, una recompensa.