Visitamos el Museo Etnográfico de Finca Galea

7 octubre, 2018

La Finca Galea es una de las visitas clásicas para todo aquel que se acerque hasta el término municipal de Alfoz. Y es que se trata de uno de los lugares más atractivos y mejor cuidados de todo el entorno. Un espacio donde es cierto que hay una zona de alojamiento y también un servicio de restaurante para grandes banquetes. Pero es mucho más que eso.

También allí existe un vistoso Museo Etnográfico del Agua para cuya visita no hace falta hospedarse allí ni tener reserva en su comedor. Es un lugar que todo viajero puede visitar, o más bien debe visitar, si se pasan unos días por la Mariña Lucense, ya que se trata de un conjunto realmente atractivo.

Donde está Finca Galea

Lago en Finca Galea
Lago en Finca Galea – psychox27 / Flickr.com

La verdad es que visitar Finca Galea desde Foz es muy sencillo y se hace gracias a un corto desplazamiento de poco más de 20 kilómetros hacia el interior de la Mariña Lucense. Basta con ir a conocer la espectacular basílica de San Martiño de Mondoñedo, y luego continuar un poco más por la carretera.

En poco tiempo se llega al núcleo de Castro de Ouro, en cuyas inmediaciones se encuentra la Finca Galea. Es decir que con una misma excursión podemos conocer dos lugares emblemáticos de esta zona norte de la provincia de Lugo.

¿Qué es Finca Galea?

La propuesta turística de Finca Galea es una de las más ambiciosas y destacadas que se han hecho en las últimas décadas en la Mariña Lucense. Se trata de una finca particular formada por varias construcciones tradicionales del tipo pazo y un amplio espacio que en otro tiempo tuvo un uso agrícola.

En cuanto a las construcciones, ya hemos dicho que hoy son exclusivos alojamientos rurales, así como salones de comedor. No obstante, lo que más nos interesa aquí son los 60.000 m² de terreno donde se encuentra el Museo Etnográfico del Agua.

El Museo Etnográfico del Agua

Interior del molino de Finca Galea
Interior del molino – psychox27 / Flickr.com

En la extensión de Finca Galea se realizó una profunda intervención paisajística y de conservación del patrimonio. Una intervención que incluso llegó a ser galardonada a finales del pasado siglo XX con el Premio Medioambiental Europeo.

El caso es que en ese conjunto se integra un amplio molino harinero accionado por la fuerza del río Ouro, que baña la Finca Galea. Sus aguas se canalizan hasta el molino que ha recuperado toda su vieja maquinaria y los enseres con los que se llevaba a cabo la imprescindible labor de la molienda del cereal.

Pero además, esa misma fuerza hidráulica también se aprovecha para mover uno de los pocos batanes que se conservan en la zona. ¿Qué era un batán? Un ingenio con el que ablandar la lana y los materiales textiles antes de poder ser tejidos.

Es decir, aquí todo funciona gracias a la presencia del río Ouro, y por eso el lugar se conoce como Museo Etnográfico del Agua.

Más detalles durante la visita

No obstante, la visita a Finca Galea no acaba con la contemplación y comprensión de su viejo molino y el estupendo batán. Hay que darse un tranquilo paseo por su entorno, donde el agua sigue siendo la gran protagonista. Hay diversos canales y estanques que sirven para que se asienten la fauna local. Así como el entorno de acacias, cedros o castaños hacen que admirar el paraje sea un deleite.

Y durante ese paseo nos encontramos de vez en cuando con diversas esculturas hechas con troncos fosilizados. Una prueba más del encanto de este lugar que, como decíamos, es una visita imprescindible si pasas unas vacaciones en Foz.

Fotografía principal: Luis Cernadas Iglesias / Flickr.com