Una excursión a Castropol desde Foz
Castropol es uno de los primeros pueblos asturianos que nos vamos a encontrar si emprendemos una excursión desde Foz hacia el Principado de Asturias. Y la verdad es que una vez hemos llegado hasta allí, merece la pena hacer una parada, ya que esta población tiene muchas sorpresas que ofrecernos.
Cómo llegar a Castropol desde Foz
La distancia que separa nuestro lugar de vacaciones en Foz de la población de Castropol no llega a una hora, ya que hay menos de 50 kilómetros entre ambas localidades. Una distancia más que asumible y cómoda de realizar.
Es tan sencillo como seguir en Foz las señales que nos indican cómo llegar a la A-8, la Autovía del Cantábrico. Y una vez en esta vía rápida, no abandonarla ya hasta la salida 501, que se encuentra una vez pasado el espectacular puente de los Santos que une ambas orillas del ría del Eo. Una ría que en su margen izquierda es Galicia, con poblaciones como Ribadeo, y en su orilla derecha es Asturias, donde nos espera Castropol.
Los atractivos de Castropol
Una vez que llegamos a esta localidad, tenemos que optar por lo que queremos hacer. ¿Queremos ir a la playa? ¿Deseamos conocer su interesante patrimonio histórico y artístico? ¿Ansiamos disfrutar de las vistas sobre la ría, e incluso navegar por ella? Tú decides. Pero para que tengas más criterios en esta elección, ahora te contamos más datos sobre los encantos de Castropol.
Las playas de Castropol
Tanto en Asturias como en Galicia, es habitual que los municipios se compongan de varias aldeas y parroquias en torno al principal núcleo de población. Algo que también ocurre en Castropol. Y es precisamente en sus alrededores donde se encuentran sus demandadas playas.
Una de ellas es la de San Román, ubicada en la villa de Figueras, muy cerca del citado puente de los Santos. También en Figueras está la playa de Arnao, prácticamente en la desembocadura de la ría. Y acabamos con la más atractiva y grande de todas, la playa Penarronda. Una playa compartida con el vecino concejo de Tapia de Casariego y que está considerada por su belleza un Monumento Natural.
El patrimonio de Castropol
En este apartado, la verdad es que Castropol es una población que destaca sobremanera, ya que tiene importantes edificios de distintas épocas y usos. Desde religiosos hasta palaciegos, y desde tradicionales hasta monumentos escultóricos.
En lo referente a iglesias podríamos mencionar diferentes capillas y ermitas repartidas por varias parroquias del municipio. Pero os vamos a recomendar la visita a la iglesia de Santiago en el propio Castropol, que antaño fue un hospital de peregrinos. Y también la capilla de Santa María del Campo, una de las más queridas en la población y de origen más antiguo.
Respecto a las construcciones más elegantes también abundan los ejemplos. Está la casona solariega de los Pérez de Castropol en Seares. Y especialmente el palacio del Marqués de Santa Cruz, en la zona más elegante de la villa y cercana al muelle.
En realidad, paseando por Castropol uno se va sorprendiendo casi a cada paso con su espectacular arquitectura. Y durante ese paseo uno llega hasta la estatua a Villaamil, realizada a caballo del siglo XIX y el XX. Un monumento dedicado a uno de los hijos más ilustres de Castropol, el marino e ingeniero Fernando Villaamil (1845-1898).
Las vistas sobre la ría
Castropol sería completamente diferente en otro emplazamiento. Su riqueza y belleza se la debe a la ría del Eo, por eso os recomendamos rendirle un homenaje y contemplarla tranquilamente. Para ello hay dos puntos ideales. Uno es el mirador de la Mirandilla, junto a la iglesia de Santiago. Y otro sería el del Gremio de Mareantes de Figueras, más cercano a la desembocadura.
Navegar por la ría
Pero no tenéis que conformaros con la contemplación. En Castropol podéis navegar por la ría. Son varias las embarcaciones que hacen estos recorridos. Y algunos os llevarán a Ribadeo, Figueras e incluso a la playa de Arnao. Sin duda, una actividad ideal para respirar toda la esencia de esta zona de la costa cantábrica.