Disfrutando de un plan para dos en Lugo

1 diciembre, 2018

Vamos a proponeros hacer una escapada a Lugo durante vuestras románticas vacaciones en Foz. Os hemos preparado una jornada de lo más tranquila en la capital provincial. Simplemente, se trata de que disfrutéis de la ciudad y de vuestra compañía. Un plan para dos en Lugo perfecto para pasar un día estupendo y relajado, como tiene que ser en vacaciones.

La distancia de Foz a Lugo es de aproximadamente 90 kilómetros y, dado que combinaréis carreteras rápidas con otras vías más lentas, invertiréis más o menos una hora y cuarto en el desplazamiento. Un tiempo bastante asumible, y más aún con el plan que os hemos preparado.

Relajarse en un spa

Termas romanas de Lugo
Termas romanas de Lugo – Antonio Gil Martínez / Wikimedia Commons

No es que haga falta una excesiva recuperación después de un viaje tan corto, pero aún así os proponemos una experiencia muy relajante nada más llegar. Se trata de acudir a un spa en Lugo. Lo más apropiado es visitar el Balneario de Lugo, ubicado junto al río Miño.

Se trata de un lugar con una larguísima tradición en los tratamientos con aguas, de hecho, allí mismo se guardan los restos de las termas romanas de Lugo, que también podréis visitar. Es decir, que combinaréis salud, cultura y turismo, y todo del modo más apacible. ¿Está bien para empezar, no?

El monumento más importante de Lugo

Muralla de Lugo
Muralla deLugo – HombreDHojalata / Wikimedia Commons

Tras eso os proponemos un paseo de lo más edificante, ya que junto al balneario se puede atravesar el bucólico parque de Rosalía de Castro. De manera que casi sin darnos cuenta nos plantearemos ante el monumento más importante de Lugo, y uno de los más valiosos de toda Galicia.

La muralla romana es una construcción que nos traslada a los mismos orígenes de la ciudad, hace 2.000 años. Una muralla que milagrosamente ha resistido el paso del tiempo, por eso se convierte en un monumento único en el mundo. Una maravilla que es Patrimonio de la Humanidad.

Nuestra recomendación es que la disfrutéis paseando por su parte superior. Un paseo que proporciona algunas de las sensaciones más románticas de Lugo.

Hora de comer

Tanto caminar al final provoca hambre. Pues bien, como ya estáis en el Burgo Viejo de Lugo, no tendréis problema alguno para encontrar buenos restaurantes y tabernas. En ellos podréis saborear la deliciosa gastronomía gallega.

En esos locales os esperan auténticos manjares. Algunos ya tópicos como el pulpo, el marisco o la ternera gallega. Pero también hay otros que os van a sorprender, como las sardinas asadas, la empanada rellena de bacalao o el exquisito queso de San Simón. Todo ello regado con vinos blancos tan famosos como el Albariño o el Ribeiro, o con otros maravillosos como los que tienen Denominación de Origen Ribeira Sacra.

El último paseo por Lugo

Puente romano de Lugo
Puente romano de Lugo

Para bajar la comida, merece la pena recorrer el casco histórico de la ciudad encerrado por las murallas. Sus dimensiones lo hacen ideal para el paseo y descubrir así lugares tan carismáticos como la catedral, la iglesia de San Froilán o la Domus Mitreo.

Alternad la caminata con algún café e ir tomando la dirección hacia el río, en cuyas inmediaciones habréis dejado el coche. Así os podéis hacer unas últimas fotos por sus riberas unidas por el robusto puente romano.

Y ya es hora de ir volviendo a Foz. Tal y como os habíamos prometido, esta romántica escapada a Lugo ha sido de lo más tranquila, pero seguramente también inolvidable. ¡Relax en un spa, buena comida, interesantes visitas y la mejor compañía! ¿Qué más se puede pedir?