Una excursión a San Cibrao desde Foz
La excursión a San Cibrao desde vuestro lugar de vacaciones en Foz es simplemente algo que no os podéis perder. Y es así tanto por el propio destino, con múltiples atractivos de los que os hablaremos a continuación, como por el camino en sí, ya que es todo un deleite recorrer parte de la Mariña Lucense para descubrir esta población al oeste de la provincia.
Cómo llegar a San Cibrao desde Foz
Menos de 30 kilómetros separan ambas localidades. Una distancia que podemos salvar tanto en coche como en tren, aprovechando que Foz y San Cibrao tienen su propia estación dentro de la línea férrea que une Ferrol y Oviedo.
Pero si prefieres ir en coche, será un lástima que te toque conducir y no puedas apreciar la belleza del paisaje costero por el que transitas. Y es que vas pasar por la zona de Fazouro, Nois, Cangas y Burela. O sea, poco más de 20 kilómetros que se hacen cortísimos dados los atractivos enclaves que se atraviesan antes de llegar a San Cibrao.
Las playas de San Cibrao
Uno de los motivos de hacer esta excursión hasta San Cibrao es que allí vamos a descubrir dos playas realmente fantásticas, y ambas en el mismo núcleo urbano. Son las playas de O Torno y de Cubelas. Ambas son playas de arena blanca y sus aguas, al resguardo de la ensenada, suelen ser muy tranquilas. Por ello, no extraña que luzcan con orgullo sus banderas azules.
Son playas preciosas, pero casi de forma incomprensible no son excesivamente visitadas por los turistas. Algo que es toda una ventaja para quien llega hasta aquí. Y si aún así se desea algo más de soledad, siempre se puede dar una caminata hasta la zona de Caosa, donde también hay otra playa.
Monumento a Maruxaina
En la citada playa de O Torno veréis un curioso monumento a Maruxiana, una sirena o ninfa del Cantábrico. Un ser con leyendas contrapuestas. Para unos es capaz de avisar de los temporales a los marineros. Mientras, otros aseguran que sus cantos de sirena provocaban auténticos naufragios en la zona del faro de Os Farallons, donde se supone que vivía.
De una forma u otra, este monumento nos habla de que estamos en un pueblo gallego y marinero. O sea que las leyendas son una parte muy importante de esta cultura, y algunos de estos relatos populares se remontan a tiempos inmemoriales.
Otros tesoros de San Cibrao
El Museo del Mar
Sobre esas leyendas y sobre otras muchas cuestiones se puede aprender en el Museo del Mar de San Cibrao, que ocupa unas viejas escuelas. Y de hecho, la visita al mismo nos la podemos tomar como una magistral clase sobre la historia de esta población. Un sitio donde se construían carabelas antes de que Colón descubriera América, o donde hubo un vieja fábrica de salazones.
Además de eso, en este interesante museo descubriremos cómo se pescaban antaño las ballenas. O cómo los marineros eran capaces de orientarse antes de que existieran los GPS, e incluso las radios. Unos tiempos en los que se usaban las cartas náuticas e instrumentos como los compases o los sextantes. En fin, que esta visita en San Cibrao es de lo más ilustrativa.
Pasear por San Cibrao
Lo mejor para captar la atmósfera marinera de San Cibrao es caminar sin rumbo fijo, y tarde o temprano llegar hasta su faro en el cabo de San Ciprián, para desde ahí ver parte de este accidentado litoral cantábrico que rodea al núcleo urbano.
Una excursión dentro de la excursión a San Cibrao
Comer bien, darse un paseo e ir a la playa son las razones para hacer esta visita a San Cibrao. Pero una vez allí, queremos recomendar que aprovechéis el día para acercaros a Cervo, la capital de este municipio, y desde ahí acercaros hasta las fábricas de Sargadelos. Una de las fábricas de cerámica más históricas, prestigiosas e internacionales de España, y donde siempre es buena idea comprar algún regalo de calidad.
Fotografía principal: Felipe Cuenca Dáaz / Flickr.com