Una excursión a Villalba desde Foz
El viaje a Villalba desde Foz es una excursión de lo más recomendable durante nuestras vacaciones en la Mariña Lucense. El motivo es muy sencillo: Villalba es una población muy atractiva y además, al situarse en el interior de la provincia de Lugo, plantea un interesante contraste con la zona del litoral donde nos alojamos, algo que no deberíamos perdernos.
Cómo llegar desde Foz a Villalba
El camino para llegar desde la costa donde está nuestro alojamiento hasta la población de Villalba es de lo más fácil. Basta con seguir en Foz las señales que nos llevarán hasta la A-8, la Autovía del Cantábrico, y tomarla en dirección Lugo.
Así, en apenas 50 minutos llegaremos a la salida de Villalba, la cual tiene la numeración 575. Ya habrás llegado hasta las inmediaciones de la población, y solo tendrás que seguir las indicaciones para aparcar el coche en el centro.
Villalba, capital de la Terra Chá
Estamos ante la población más destacada y grande de la comarca de Terra Chá, o Tierra Llana. Un territorio que tiene interesantes atractivos, como Otero de Rey o Castroverde. Pero ahora ha llegado el momento de hablaros con más detenimiento de Villalba y de sus grandes atractivos.
La torre de los Condes de Andrade
El gran símbolo monumental de Villalba es el torreón de los Condes de Andrade. Una fortificación imponente que nos habla de un pasado lejano, cuando los reyes concedían a su antojo villas a los nobles que les eran fieles. Ese fue el caso de Villalba, que fue entregada en el siglo XIV a esta familia que da nombre a la torre.
Por fortuna, la construcción hoy permanece en pie, y no solo eso, sino que se mantiene en uso. Aunque ya no como lugar defensivo, sino que se ha transformando en el Parador de Villalba.
Más construcciones palaciegas
Otro de los monumentos de Villalba que nos hablan de ese pasado de señores feudales, lo encontramos dando un paseo hacia las afueras. Allí nos toparemos con el Pazo de Penas-Corbeiras, que en este caso estuvo ligado a dos familias nobles de antaño, primero los Montenegro y posteriormente los Penas-Corbeiras, que le siguen dando nombre hoy en día.
La iglesia de Villalba y el Camino de Santiago
Dentro del núcleo de Villalba el templo religioso más destacado en la iglesia de Santa María, la cual existiría ya antaño, pero lo que vemos hoy es relativamente moderno. Se trata de un templo que se construyó en la segunda mitad del siglo XIX, y que muestra un claro estilo neoclásico, muy propio de esa época.
En cambio, mucho más antiguas son las trazas del Camino de Santiago a su paso por el municipio. Ya se sabe que los municipios o concejos gallegos suelen ser amplios y plagados de diferentes aldeas. Lo mismo ocurre en Villalba, y por allí pasa uno de los ramales que desde la costa lleva la Ruta Jacobea hasta Santiago de Compostela. Un ramal que tiene como punto más carismático el puente viejo de Martiñán.
El río Madalena
Las aguas del río Madalena riegan las tierras de Villalba, pero son más que eso. Se trata de la verdadera arteria de vida de la población. Tal vez por eso sus habitantes se han preocupado de cuidar sus orillas, y darse una caminata por sus riberas es uno de los grandes placeres que proporciona esta localidad.
Una caminata que bien puede acabar en la llamada playa fluvial del río Madalena. Si el tiempo acompaña allí nos podemos dar un refrescante chapuzón. Una buena medida antes de retornar al coche y emprender el camino de regreso a Foz, donde al día siguiente ya nos podremos dar un baño en sus playas a orillas del mar.